miércoles, 4 de marzo de 2020

SER LA OVEJA NEGRA


Ser la oveja negra en una familia significa ser el integrante  de la misma que actúa y piensa de forma distinta a los otros miembros del grupo familiar y quien, al oponerse a las normas establecidas, cuestionándolas, pone en peligro el equilibrio  que existe en éste, .

¿Qué es una familia? Un grupo de personas que comparten normas y reglas con el fin de asegurar el bienestar de sus miembros generación tras generación mediante el amor, el respeto. Estas normas y reglas deben ser aceptadas por todos los miembros. El miembro que no las cumple genera malestar en el grupo y puede llegar a ser rechazado.

Es en el entorno familiar donde el niño aprende a amar y a ser amado. La familia debe proporcionar al niño seguridad. El niño necesita sentirse seguro, amado, no sólo con hechos sino también con palabras. Es en la familia donde además el niño aprenderá a controlar sus impulsos. La función materna proporcionará amor y protección de los peligros tanto externos como internos mientras que a la función paterna corresponderá  enseñar las leyes, las normas, las prohibiciones que regulan las relaciones con los demás. El niño necesita saber lo que está permitido y lo que no. Unas normas claras, unos límites bien definidos proporcionan al niño seguridad y tranquilidad.
La función materna y la paterna no siempre la realizan los progenitores. Siendo ambas funciones fundamentales existe otra aún mas importante en la familia y es la de hacer del niño no un niño cualquiera sino un niño deseado, con un nombre, con un lugar único para él. Dejará de ser un niño anónimo para ser un miembro importante, deseado por unos padres que le van a incluir en la sociedad a la que ellos mismos pertenecen.

Ser diferente no suele ser bien aceptado por el grupo familiar. No se nace siendo "oveja negra", ésta es una etiqueta que la familia, la sociedad, impone a aquel que no cumple con las normas establecidas o con las expectativas. Antes de que el niño nazca ya existe en la mente de los padres. Ëstos ya tienen una idea, de cómo será el hijo, de cómo desean que sea. De forma consciente, pero también inconsciente, se premia al hijo cuando cumple con estas expectativas y se muestra desagrado cuando no.
Consultan unos padres muy preocupados porque su hijo de veinte años no estudia, pasa mucho tiempo con el ordenador, no sale con los amigos. Es un chico muy reservado, no cuenta nada de lo que le pasa. Le ven muy mal y temen que tenga un mal futuro. Esto les quita el sueño, principalmente a la madre. El chico acude a las entrevistas. Cuenta que tiene una hermano mayor que es el ojito derecho de la madre. Con este hermano no se lleva bien. Siempre le ha tenido miedo. Le pegaba. Cuando se peleaban de pequeños sus padres les castigaban a ambos aún cuando era el hermano el que organizaba la pelea y si el protestaba por lo injusto del castigo los padres se enfadaban aún más. Por eso decidió no quejarse más. Sabe que sus padres deseaban una niña y se disgustaron cuando nació niño. Sus padres se preocupan por todo sobre todo la madre que le exige que cada vez que sale de casa la llame para decir que ha llegado bien al sitio que va, y que cuando sale del sitio igualmente. Cuando llega a casa desde la universidad, su madre le llama desde el trabajo para confirmar que está bien, para que le cuente cómo le ha ido, qué ha hecho... Si no sale la madre se preocupa, le pregunta qué le pasa y si sale tiene que decirle con qué amigos y dejar el teléfono de alguno. Si sale dos días seguidos le regañan porque deberia estudiar,,, Siempre le comparan con el hermano que cada vez que sale llama a su madre, que le cuenta que ha hecho, que estudia arquitectura... Ël es el que crea mal ambiente. Es la oveja negra.

El hijo que ocupa el lugar de la oveja negra en la familia se siente incomprendido, piensa que algo no funciona en èl, algo está mal ya que nunca tiene un comportamiento adecuado, todo lo hace mal, hace sufrir a los padres... Se siente inseguro a la hora de tomar decisiones, o es incapaz de tomarlas al no contar con el apoyo familiar.
Toda familia tiene una oveja negra, un chivo expiatorio donde proyectar sus culpas. Que haya en la familia alguien responsable del malestar de todos los miembros mantiene unido al grupo familiar que se preocupará por el futuro de ese alguien y, de este modo, los conflictos de cada uno de los otros miembros pasan a un segundo plano, o parecen no existir.
La madre de este chico tendría que trabajar el porqué tiene esa necesidad enfermiza de control sobre sus hijos. Preguntarse si realmente la causa de infelicidad actual es el comportamiento de su hijo. Curiosamente las frecuentes discusiones con su marido disminuyen desde que ambos se preocupan por cómo hacer para que este hijo cambie y tenga tan buen comportamiento como su hermano.

Hay casos en los que los padres consideran a uno de los hijos como oveja negra debido a que los deseos, comportamientos y actitudes que ellos mismos tuvieron los ven reflejados en ese hijo y eso les hace revivir situaciones dolorosas o traumáticas.
Una mujer de cuarenta años tiene dos hijos, un chico de diez años y una niña de ocho. Ele chico no causa ningún problema, es obediente, estudioso, odia que haya discusiones y siempre intenta hacer lo posible para evitarlo, pero no ocurre igual con la niña. Siempre protesta por todo, quiere saber el porqué de todo. Cuestiona cada orden, es lenta, hay que pedirle infinitas veces que recoja su habitación, que se lave los dientes, provoca discusiones con su hermano... Recuerda que de pequeña nunca se valoró nada de lo que  ella hacía. Todo lo hacía mal al contrario que su hermana. Su hermana sacaba notable y la madre orgullosa lo comentaba con toda la familia, Ella sacaba diez y se consideraba como algo normal. Aún así  se esforzó y procuró se siempre la mejor en todo, estudios, deporte, aunque no se tuviese en cuenta. Comportamiento que mantiene en la actualidad, reconoce que tiene un nivel de exigencia muy alto con ella misma que le complica mucho la vida.  Reconoce que la actitud de su hija le recuerda la suya pero piensa que ésta debe esforzarse como ella se esforzó a pesar de los malos resultados obtenidos y a que la relación con su propia madre no es muy buena. Nunca se sintió, ni se siente, tan querida como su hermana. Se quedó muy sorprendida cuando su hija le preguntó: "Mamá, ¿tu me quieres?"
Ser diferente no se elige, sucede. Los niños no quieren enfadar a los padres. Nada hay que tema más un niño que el que los padres dejen de quererle y hará todo lo posible para contentarlos. Pero, obviamente, esto no se consigue siempre. Padres intransigentes, poco tolerantes, que continuamente hacen creer al hijo que es malo, que merece castigo, dan lugar a que el hijo finalmente tenga el convencimiento de no ser bueno ya que así lo consideran quienes más le quieren.

No existe la obligación de ser como los padres o hermanos. Más aún, es algo imposible. Todos somos diferentes y vivimos circunstancias diferentes aunque formemos parte de la misma familia.
Consulta una mujer porque sufre mucho, de hecho llora y llora cuando lo relata. Tiene dos hijas y éstas no se hablan. Ella es la única chica de cuatro hermanos. A pesar de la educación machista que ha recibido se lleva bien con los hermanos porque tiene muy grabado que lo más importante es la familia y que los hermanos tienen que llevarse bien pase lo que pase para evitar el sufrimiento a los padres. Su primera hija nació siendo ella muy joven y contando con poca ayuda ya que sus padres son de un pueblo de Lugo y ella vivía en Madrid. Esta hija tuvo una adolescencia muy difícil. Muchas discusiones con el padre que es muy estricto. Después de una de estas discusiones el padre la echó de casa y la chica se fue a vivir con su novio. Vive durante un año fuera de casa de sus padres sin querer hablar con el padre pero tampoco con la madre y la hermana hasta que se queda embarazada, entonces llama a su madre para comunicárselo y reanudan la relación que ahora es buena entre ellas. Pero no es así entre las hermanas. Celos, envidia. La mayor culpa a la pequeña de defender siempre al padre y de culparla a ella de las discusiones entre ambos sin tener en cuenta su opiniòn, sus explicaciones. La pequeña culpa a la mayor de haberle complicado la vida por los disgustos que daba a sus padres y no entiende la atención que ahora le presta la madre teniendo en cuenta que durante mucho tiempo ésta se negó a hablar con ella. Esta situación entres sus hijas le causa mucho dolor y continuamente intenta hablando con una y otra día sí, día también, que se perdonen porque son familia.

Si bien es necesaria la familia para un buen desarrollo psíquico, tenemos que  tener en cuenta que también es en la familia donde se dan relaciones de maltrato. Hay familias tóxicas en las que la oveja negra es el miembro sano.
Una chica de treinta años consulta porque su familia no le habla. Su padre maltrataba tanto a la madre como a ella y a su hermana hasta que cuando ella tiene quince años decide por fin separarse de este hombre. Tiene una hermana que está casada con un hombre que no la trata bien pero ella no tiene queja. Normalmente ha salido con su hermana y su cuñado de vacaciones pero nunca se ha sentido cómoda por la relación que tienen entre ambos y porque su cuñado es maleducado con ella. Deja de ir con ellos.  La madre se empareja con un hombre con el que se va a vivir cuando ella tiene veintidós años y ella se queda en la casa familiar. Durante un tiempo vive sola pero desde hace dos años tiene que convivir con su hermano que ha roto con la pareja con la que vivía. Es adicto al juego y la convivencia con él es cada vez peor. No limpia, fuma, no paga gastos, le roba dinero, la insulta. Cuando ella se queja a su madre la respuesta de ésta es  "sois hermanos, no te enfades tanto", repuesta que recuerda a la de "es tu padre, no es malo". La pareja actual de la madre tampoco es del agrado de esta chica, a ella no la trata bien. Quiere ver a su madre pero cada vez que queda con ella ésta aparece con este hombre. La madre considera que todo en su familia es normal y los sábados invita a sus tres hijos  a comer junto con su pareja. Durante un tiempo ella acude a estas reuniones hasta que decide no acudir si acude el hermano. Nadie de su familia lo entiende. Consideran que es la rara que siempre pone pegas. La madre ha dejado de llamarla. Ya nadie la invita.
No siempre se puede hacer aquello que los padres esperan que se haga pero es muy difícil para los hijos no cumplir con las normas y leyes familiares porque siempre genera miedo a perder el amor de éstos y a ser excluido del grupo familiar.
Es posible dejar de ocupar el lugar de oveja negra para ello es necesario cambiar el valor de "malo" que uno se da a sí mismo por otro "no malo" y esto se consigue haciendo un repaso de las situaciones infantiles en las que se basa nuestro juez interno para dar ese veredicto, para poder tener una visión diferente de esas situaciones y cambiar la valoración que uno se da al entender que uno se culpabiliza sin tener  un motivo real. 

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