domingo, 8 de julio de 2018

TOC: TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO


TOC o Trastorno Obsesivo Compulsivo se caracteriza por pensamientos recurrentes e intrusivos que se imponen al enfermo sin que éste los pueda controlar. Estos pensamientos reciben el nombre de obsesiones. Las obsesiones son semejantes a una película que quien las padece las utiliza como una forma de autocastigo ya que se sabe como empiezan, como terminan, siempre tienen un contenido que le produce malestar, gastan una gran cantidad de energía dificultando de esa manera el desarrollo normal de las tareas diarias, trabajo, estudio… Las obsesiones tienen también la finalidad de conseguir que pensamientos que el sujeto siente como peligrosos permanezcan en el inconsciente sin acceder a la consciencia con el fin de evitar la angustia, el sufrimiento que el sujeto supone que le podrían causar.
En ocasiones se trata de un temor a que algo malo pueda suceder. Son ideas o temores que se impone de manera reiterativa sin que quien los padezca se los pueda quitar de la cabeza.
En la variante compulsiva el paciente queda atrapado en rituales y manías que le pueden ocupar mucho tiempo cada día, rituales como: lavarse las manos, comprobar reiteradamente una determinada acción como por ejemplo comprobar si se ha cerrado bien la puerta al salir de casa, si se ha apagado el gas, si se ha cerrado el grifo; realizar determinadas acciones sin sentido y repetirlas un número determinado de veces con el fin de evitar una posible desgracia… Acciones que se pueden llegar a eternizar ya que casi siempre van acompañada de la duda,”¿he contado bien? Por si acaso vuelvo a empezar”. La desgracia que se trata evitar es la que se teme les ocurra a los seres queridos, por eso si el ritual no se realiza de la forma que se considera adecuada, aparece la angustia.

La culpabilidad y los reproches en la neurosis obsesiva están muy presentes. El obsesivo se siente culpable de algo que desconoce, de algo que no cometió. Son reproches que se refieren a situaciones de la niñez en las que se ha obtenido placer, ¿por qué?
Los sentimientos de culpabilidad se originan en la etapa infantil del sujeto cuando comienza a descubrir que todo lo que le causa placer es rechazado, prohibido, castigado por los adultos. El niño se va a sentir culpable de desear, se va a sentir culpable principalmente de sus fantasías eróticas y amorosas con el progenitor del sexo opuesto y por las de excluir e incluso destruir a las del propio sexo. Así mismo se va a sentir culpable por la transgresión que para los adultos constituye la actividad masturbatoria de la que tanto disfruta.
El neurótico obsesivo teme y reprime el odio infantil que siente hacia el padre debido al deseo que siente hacia su madre. Teme que sus fantasías destructivas se cumplan. El sentimiento de odio no es tolerado por la consciencia y es rechazado al inconsciente. Al mismo tiempo, el neurótico obsesivo espera la muerte del amo absoluto, el final de su mandato, para empezar a vivir, para empezar a tener deseos. Las fantasías edípicas y las vicisitudes de la historia edípica quedarán reprimidas y constituirán una parte fundamental de lo inconsciente emergiendo en etapas posteriores de la vida de manera sintomática, entre otras formaciones posibles bajo la forma de sentimientos de culpabilidad.
Los sentimientos de culpabilidad pueden inhibir y paralizar cualquier acción (pensar, aprender, andar, ver, amar) y producir todo tipo de síntomas, manifestaciones somáticas, obsesiones, depresión, angustia y afectar a la vida de relación en general y a la sexualidad en particular.

El TOC  tiene su origen en la historia infantil del sujeto, en cómo se ha desarrollado en esa etapa la relación con los padres, en definitiva, en cómo fue su historia en la etapa edípica. La neurosis obsesiva pone de manifiesto un conflicto respecto a la sexualidad infantil, conflicto originado en el niño tanto por una fuerte represión de las manifestaciones sexuales infantiles, como por un exceso de erotización, por parte de los padres. El neurótico obsesivo va desarrollando síntomas para no sentir angustia. Si se le impide que lleve a cabo sus rituales, abluciones o cualquiera de sus síntomas, automáticamente se angustia.

Trabajar en la terapia todo lo relativo a la historia edípica del sujeto que padece TOC, tiene como resultado que éste pueda llegar a reconocer, aceptar, comprender, el porqué de esas fantasías sexuales y agresivas que tanto le condicionan, lo que conduce a una disminución de los sentimientos de culpabilidad y, por tanto, a la desaparición, al no ser ya necesarios, de la mayor parte de los rituales obsesivos.

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