domingo, 4 de marzo de 2018

MUJER: MADRE, VIRGEN, PUTA

                         
  Aunque parezca extraño, el papel de la mujer se ha ido degradando desde la prehistoria. actualmente hay un mayor progreso económico, político y social que hace siglos pero la mujer sigue relegada, en mayor o menor medida, a un segundo plano.

Los expertos coinciden en que el papel de la mujer en la prehistoria, no sólo era fundamental sino que es muy posible que las sociedades primitivas fueran de marcado corte matriarcal. Las mujeres se ocupaban del mantenimiento de la salud e higiene del hogar, del cuidado de la familia y de la educación de los hijos pequeños y a pesar de ser éstas labores puramente domésticas, no existen evidencias de que hubiese dominio del hombre sobre la mujer. Las mujeres participaban de forma activa en cuestiones religiosas, y a la figura materna se le rendía culto, adorándola como símbolo de prosperidad y fertilidad.¿Qué pasa con la figura materna en la actualidad?

 Existe en nuestra sociedad una cierta idealización de la maternidad, idealización  que oculta, impide que veamos el poder que para bien y para mal tiene la madre en el desarrollo físico y sobre todo psíquico y emocional del niño desde que nace. Poder y por tanto responsabilidad. Fruto de esta idealización es la idea por la que suponemos en la relación de la madre con el bebé que ésta siempre va a actuar de forma adecuada pero no siempre es así. El maltrato, la severidad excesiva al educarlo y los ataques a su cuerpo y mente, son expresiones de una conducta perversa que por lo general pasa inadvertida para los demás y hasta para la misma mujer. Con frecuencias observamos escenas de maltrato, tanto psiquico como fisico de las madres hacia sus hijos.
¿A que se debe? En gran parte a que en la actualidad en muchos casos la mujer accede a la maternidad por motivos perversos. Motivos perversos en el sentido de que se tienen hijos, tener hijos no es lo mismo que ser madre, para, como medio de o como "instrumento" para conseguir un objetivo. Por ejemplo, mujeres que no se han sentido nunca amadas, valoradas y piensan que el hijo podrá darles ese amor que ahora les falta; otras consideran que un hijo será el "instrumento" que conseguirá que ese hombre que desean se decida por ella o permanezca para siempre a su lado; otras con el fin de una posición social, un cierto poder, del que ahora carecen... Es importante tener en cuenta que las motivaciones perversas en gran parte de los casos son inconscientes.
Es la madre la que va a tener una influencia decisiva en la constitución de la estructura psíquica del hijo desde mucho antes de que el bebé nazca. Cuando la madre decide que desea un hijo, deseará que sea niño o niña, o quizá le dé igual pero ya imaginará un lugar para él, un nombre, una profesión, querrá que sea como ella en tal cosa, no querrá que le ocurra esto, aquello ...Antes de que nazca el niño ya tiene un lugar determinado y determinante en la mente de la madre,
La estructura perversa del niño queda establecida desde el momento en que su madre lo hace sentir como "su pareja perfecta". La oportunidad que brinda la maternidad de tener el completo control de la situación, favorece que mujeres que han sufrido experiencias perjudiciales o traumáticas las manifiesten abusando de sus hijos. Las madres que despliegan tendencias perversas hacia su progenie lo hacen durante los primeros años de vida de los hijos que son los más importantes en la constitución psíquica de todo ser humano.
La madre perversa experimenta a su bebé como una parte de sí misma sin permitirle gozar de independencia ni desarrollar su propia identidad de género, siente un gran regocijo ante el hecho de que su bebé responde a sus propias necesidades por poco apropiadas que éstas sean para el niño.
El reconocimiento por parte de la madre del sexo del hijo juega un papel extremadamente importante a la hora de establecer y confirmar su identidad básica de género.
Desde el momento en que nace una niña, la madre observa al cuidar de ella una versión en miniatura de sí misma. La actitud de la madre hacia el desarrollo de la hija pequeña está influenciada por la forma en que se siente con respecto hacia su propia madre, hacia el cuerpo que su madre le proporcionó y la forma en que se sintió aceptada o rechazada por ésta siendo niña. Así el nacimiento de una niña puede evocar en la madre la misma reacción que su propio nacimiento en su madre. Si la madre ha sido desde el principio objeto de decepción por parte de los padres por ser niña y esta actitud persiste por largo tiempo, provocará en ella una sensación de odio o disgusto hacia su propio cuerpo con graves consecuencias.
Curiosamente las psicopatologias más habitualmente asociadas con las mujeres son los síndromes de autolesiones vinculadas a trastornos biológico-hormonales que influyen en el aparato reproductor. Por ejemplo la anorexia, la bulimia, donde la ausencia o presencia de menstruación sirve como indicador de la gravedad de la afección, siendo la menstruación símbolo de la feminidad.
Es también interesante tener en cuenta que la diferencia fundamental entre la perversión masculina y la femenina es el objeto. La perversión masculina se dirige hacia un objeto externo mientras en la femenina el objeto es ellas mismas, su cuerpo, o su propia creación,  el hijo.
Existe la creencia de que las mujeres se prostituyen como medio para superar problemas económicos. No es cierto. No todas las mujeres con problemas económicos se prostituyen, sólo lo hacen una minoría.Podría parecer que las principales características de las prostitutas son la hostilidad y el desprecio hacia los hombres, pero el autoabandono al que se someten y los riesgos a los que exponen sus cuerpos son innegables.
Se sienten regocijadas cuando aparecen hombres dispuestos a pagar por sus servicios. Así se sienten deseadas de una forma directa. La situación les parece abominable pero, simultáneamente, sienten que sus cuerpos son el único bien valioso que poseen. La mujer que permite que un extraño ataque de forma sádica el interior de su cuerpo es porque no se siente merecedora de sentimientos positivos hacia su propio cuerpo al que odia. Ella ataca al cuerpo de su madre, despreciable cuerpo que le dió la madre, en este proceso de identificación proyectiva con su cliente.
Las mujeres prostitutas son incapaces de considerarse a sí mismas como independientes y menos aún, como seres sexuales. Su autoestima es baja, se sienten deprimidas y utilizan como mecanismo de defensa la proyección y sumisión.El fuerte desprecio que demuestran hacia la sociedad en realidad encubre una enorme proyección de su propia autonegación.
La venganza inconsciente que aparentemente está dirigida contra la sumisión socio-económica y contra el mundo de los hombres, en realidad está dirigida contra la madre,
La nocividad materna se reparte entre dos polos: entre la posesividad y el abandono. Abandono subjetivo que no tiene nada que ver con el abandono a nivel de la realidad corporal y se puede dar con la presencia de la madre, incluso como un amor paradójico, degradado a la posesión del cuerpo real.
Las mujeres, como madres vamos a tener un poder importante sobre nuestros hijos, eso implica una gran responsabilidad ya que la forma en que se conciba, críe, eduque, ame, desee al hijo va a ser decisiva en el futuro de éste. Pero desgraciadamente, socialmente no se da el valor que tiene a la función de madre, ni por parte de las mujeres ni por parte de los hombres
Una mujer que al ser madre tiene una actitud perversa hacia su hijo convirtiéndole a su vez en perverso, es una mujer que de alguna manera no ha sido amada, valorada, que ,en definitiva, ha sido maltratada por sus padres, especialmente por su madre por lo que no cuenta con recursos suficientes para enfrentarse a las demandas tanto físicas como psíquicas del bebé, una mujer que siente que está sola y que no va a recibir ayuda del mundo externo.
Mujeres que han sufrido experiencias dolorosas y humillantes por parte de sus padres suelen prometerse no comportarse de la misma manera pero el inconsciente engaña y sin previo aviso emergerá de  su interior ese comportamiento que puede no ser reconocido como propio, que sorprende y que proviene de sus propios padres. Es esa horrible voz o acción de los padres que ha intentado evitar y aparece en el trato con los propios hijos dando lugar a sentimientos de culpa.
Actualmente las mujeres están mucho más entregadas, dedicadas, a ser la mujer que "falta al hombre"descuidando el  ser madre. No hay trabajo más importante. Ser madre no es tener hijos.Actualmente muchas mujeres tienen hijos y delegan la función de madre en otras personas para de esa manera poder desarrollarse profesionalmente ya que la sociedad dificulta que la mujer pueda ser madre y a su vez tener una profesión si así lo desea. Y si esto ocurre es por que no se tiene en cuenta el inmenso poder que tiene la madre. Son las madres perversas las que tienen hijos perversos, maltratadores, abusadores.No subestimemos el poder de una madre.
(Estela V.Welldon)

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